Ponte Milvio, el puente del amor

Seguramente aquellos que habéis estado en la ciudad de la luz ( o del amor, según cada uno ) o queráis ir a visitarla, sobretodo si es en pareja, tendréis idea de que en ella se encuentra un " puente del amor ", o al menos de oídas.
En Roma, también tenemos uno. Quizá no es tan conocido como el Pont des Arts de París, pero también se convierte en una auténtica experiencia romántica en Roma.


En el norte de Roma hay un puente del siglo II a.C, que ha estado atrayendo la atención de muchas parejas enamoradas a lo largo del tiempo. Si de algo es conocida Italia es por su romanticismo y sus historias de amor más célebres como la tan conocida mundialemente ubicada en Verona " Romeo y Julieta " y otras tantas de la historia antigua.
Federico Moccia, quien publicó su segunda novela “Ho voglia di te” (Tengo ganas de ti) en 2006, probablemente nunca se imaginó que el ritual que inventó en su libro, se iba a volver tan popular entre los amantes que pasaran por el puente Milvio en Roma.


Ponte Milivio o Ponte Molle, en italiano, guarda la historia de una guerra y una batalla. Originalmente construido en 206 a.C por el cónsul Gaius Claudios Nero, ha sido reconstruido muchas veces a lo largo de la historia. En la edad media por el famoso arquitecto de la época, Francesco Genazzano, ya que le fue encargado rehacerlo al estilo medieval. Más tarde, la arquitectura del puente fue modificada por artistas como Giuseppe Veladier y Domenico Pigiani.


No mucho después de ser publicada la novela “Tengo ganas de ti”, hicieron una adaptación cinematográfica con el mismo nombre. Secuela de “Tre metri sopra il cielo” (tres metros sobre el cielo) publicada en 1992, en la segunda novela de Moccia, Step y Gen protagonizan una de las historia de amor que más han marcado a los jóvenes de esa generación, de tal manera que el ritual iniciado por los personajes ha sido imitado por centenares de personas desde entonces. En la película la pareja escribe sus nombres en unos candados que dejan atado poste de luz de Ponte Milvio, para luego tirar la llave al río Tiber, así sellando su eterno amor.


Curiosamente en el 2007, debido al peso de los candados, dos de los postes de luz se colapsaron parcialmente. Así el alcalde de Roma autorizó para que los candados fueran removidos, pero estos volvieron a aparecer en pocos días. Por lo que decidieron cambiar los postes de luz con columnas de hierro mucho más rentables para tantas demostraciones de amor.


La tradición dice que después de poner el candado tienes que lanzar la llave al agua en el río. Y si quieres añadirle una dosis extra de amor, pasea por las orillas del río, que son especialmente bonitas cuando llega el atardecer y las luces de la ciudad se reflejan en las aguas con una ligera corriente.

Quizá la historia os suene mucho a otra francesa... o la francesa quizá suene a la italiana... ? 
Quién sabe.. de todas formas, aunque no sea San Valentín y viajes con tu pareja os guste acercaros a este puente y sellar vuestro amor con un candado. Probablemente no volveréis a esta ciudad... o con los años queráis volver a ella sólo para recordar aquel momento.

Imágenes:Google


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